En el despertar del silencio
Hallé cobijo y un buen lugar para dormir
Me marcho del bullicio de los correveidiles
De la cueva de los cuatreros
Intento alejarme
Serruchos en guerra contra los arribistas
Existe la rabia y el deseo de venganza
Vence la melodía del ir apaciblemente a otros márgenes
Mejor así
Bien se sabe
Discurro entre la sabia palabra y el abrazo compartido
La mentira en los informativos del mediodía
Son el pasto bovino cotidiano
Si pudiera ser salvaje en otros bosques
Tendría la felicidad de la ardilla
Hay una epidemia de muerte cerebral en el país
No sé si me salvé
Sigo caminando
Pobre pero no rendido
¿Sumiso?
No diré amén
Cuando encuentre la marginada zona de confort
Ya no saldré de allí
Me defenderé con uñas, dientes y coces de burra
Lo aprendido se quedó en monolito
¿De qué sirvió?
Hubo un error en cadena
Alguien dijo que el mundo es una porquería
Y los psicópatas son los que gobiernan la inmundicia
Dejemos que nada sea de nadie
El desierto clama arena y viento
Y me acompaño del silencio
En el largo invierno
Busca ese rayo de sol
Que dé el calor añorado que tanto necesitamos
En el silencio nos protegemos, buen lugar de cobijo.
ResponderEliminarEl silencio no tiene rostro, la soledad lo dibuja recordando. Ni tiene colores, la soledad lo pinta de gris y de sombras.
El silencio no tiene pentagramas, la soledad es toda una sinfonía de lamentos. El silencio tiene un cuerpo frágil, la soledad lo acaricia noche a noche. El silencio canta en verano y primavera, la soledad llora en otoño y en invierno.
Quizá encuentre el rayo de sol donde calentar el alma.
Buenas tardes.