Odio
Los
amaneceres llorando sangre
Por
tantas vidas fallecidas
Por
el hambre impuesto
Por
los horrores económicos
Donde
nada es
Todo
se contamina
En
el reino de la rentabilidad económica
Yo
no soy rentable
Ni
lo quiero ser
¿Y
tú?
Odio
Esa
mente aniquilada
Enajenada
leyendo revistas del podrido corazón
Alma
resquebrajada
Suplantando
su vida
Por
una realidad inexistente
Odio
La
jauría descerebrada que llena estadios deportivos
Jaleando
la mercadotecnia del ocio vacuo
La
droga oficial que devora mentes
Gritan
alegría por la nada realizada
Devotos
de lo irracional
Adoradores
de la banalidad
Héroes
de silicona y paraísos fiscales
Odio
La
sociedad consumista
El
espectáculo de la frivolidad
Que
al parlamentarismo lo llamen democracia
Gestionando
intereses de los poderosos
Liberalismo
donde el ser humano
Se
metamorfosea en mercancía
Producto
de usar y tirar
El
ser se convirtió en nada
Conciencia
social mutilada
Lo
llaman ciudadanismo
Odio
La
tiranía del consumo
Y
su máquina percutor de cerebros
La
publicidad
Escaparate
del mundo feliz capitalista
Se
cae la máscara
Tierras
masacradas
Poblaciones
humilladas
Látigo
del capital
Demoliendo
huesos
Odio
A
los profetas del crecimiento económico
Al
mito de la competitividad
La
senda hallada de la autodestrucción
Esclavos
del tener
Vivir
en la apariencia
Sin
sentir el viento que clama libertad
Obedece
para No Ser
Odio
La
miseria que devora lágrimas
El
trabajo asalariado
Cavando
nichos para nuestros cementerios
Odio
Esta
noche de lluvia ácida
Y
que el tormentoso amanecer
Nos
degüelle otro día sin Sol
Donde
los bueyes embarrados
Seguirán
arando tierras baldías
Asistiremos
cual vencejos en suelo aprisionados
A
este tiovivo sinsentido
Girando
la dulce rueda de la aniquilación