Salgo tarde de casa
No contesté al correo electrónico
No acudí a la cita
Perdí aliento y tren en marcha
Me cruzo con el vecino
Una palabra amable
Un gesto para salir del paso
Ya recorro los segundos y me faltan horas
Se cae el rostro
Ya sólo nos quedan las caretas
Y unas cuantas mentiras piadosas
Tras esa sonrisa no hay más que espacio vacío
Y voy yendo
Desechando la miseria que fui acumulando
Muchas veces transita despacio el devenir de lo inesperado
Un fuego en llamas que nos lega las cenizas
Y el río que no desemboca en la mar
Viaje a la frustración
Ahogados los muertos de la desesperanza
Oigo un latido
Un corazón sin cuerpo que da vida a lo absoluto
Bajamos el acantilado
Y en lo profundo
Un beso de ternura y anhelo atormentado