En tu negra mirada
Perdida y triste
Me he visto reflejado
Antaño esa mirada era alegre y bosque por conquistar
Un mar de lágrimas recorre mi vetusto corazón
Nos queda la despedida
El adiós definitivo
El punto y final
El hasta nunca que aniquila el alma
Y ya no estás a mi lado
El viento azota las calles y esculpe mil recuerdos
En este fugaz instante
Ya nada tiene sentido
Duele la pisada en la tierra
Ya no te veo
Me dejas para que siga solo el camino
Ya no podías más
Has partido a otros lares
Te pienso
Has estado siempre ahí
En los momentos de tormenta y de sol resplandeciente
En la pena y en mi alegría
Los minutos asesinan lentamente
Casi no lo percibimos
Casi caemos al precipicio
Un tropiezo
Una mala caída
Y ya no hay milagro ni salvación posible
Regálame una caricia
En este aullido de luna
En esta tristeza de días grises y quejidos de ausencia
Me despido de ti
Mientras te hablo de ríos, piedras y de sendas sin fin
Se quiebra la voz
Digna y silenciosa te alejas
Ahora lloro tu ausencia
Mientras avanzo por el tiempo
y voy desapareciendo en oasis de nostalgia
Joder, es una despedida preciosa.
ResponderEliminarEl adiós de un amigo compañero can, es de lo más doloroso que existe. Incluso más que hasta de personas cercanas. Nadie con la capacidad de perdón y amor que ellos. Nadie con un corazón mejor que el de ellos. Mucho tiempo, quizá siempre se queda uno a la mitad sin ellos.
ResponderEliminarUn gran abrazo.