Sin
remedio
Caí
en la huida
Lejos
del abrazo de un furtivo adiós
Dejé
a un lado
Arrebato
de lloros
Que
inundan las charcas del olvido
La
pasión quedó atrás
Con
el silencio de las piedras
El
tiempo se aleja
Petrificando
el container de los fracasos
Ya
no hay nada
Más
que abismos donde asirnos
Atrás
Quedó
el sinsabor del funeral
De
la hiedra que inmovilizó
Tu
cuerpo inerte
Enredado
en la memoria
De
amebas muertas
Adiós
La
senda que nos espera
Horizonte
donde veo
El
paso atrás que no se ha de dar
Mañana
El
aspaviento de futuros inexistentes
Despertará
el presente
Siempre
ardiente
Y
caí en la huida
Miradas
que no volverán a observar
El
hálito de mi aliento
Cruzo
el umbral de la puerta
El
candado se cierra
Y
el ser se va
Allá
donde el recuerdo murió
La
mano ya no acaricia
El
rostro que el viento aniquiló
El
olvido anunció la sepultura
De
un cuerpo aún andante
Fugados
nos adivinamos
Encadenados
En
otros lugares
Siempre
buscando la quimera
Siempre
en estado de alerta
Libertad
Dejarse
en paz
Rastreando
la utopía
La
marcha continúa
Hasta
el aliento final
Descubriendo
Que
no somos más que suspiros
En
el universo
La
negritud que nos inunda
Sin
vuelta atrás
Caemos
en la huida