Has visto querida mía
Hace un día espléndido
Día de sol adornado con nubes bajas
Inofensivas ellas
Día de abril sin aguas mil
Mañana de sequía
Hoy como ayer
Disfrutemos de este sol que nos está matando
Pronto regaremos nuestros sueños con arena de desierto
Vayámonos pues a dar vueltas por ahí
Perdámonos en las dunas que pronto habitarán aquí y allá
Saca a tus profetas de madera de pino a que les dé el aire
Les pediremos lluvias torrenciales
Y si no nos hacen caso
Mañana les prenderemos fuego
Que es lo único que nos sobra
Y este verano de temperaturas infernales
Haremos turismo fluvial
Hablaremos con los peces
Quizá estén ya muertos de sed
Y nosotros evaporados en pleno éxtasis de ebullición
El fuego siempre funciona.
ResponderEliminarY si no, es que no has usado suficiente.
Adivinar en este poema te ha quedado genial, te ha inspirado muy bien. Disfrutemos de lo que nos queda, antes de que se queme todo. Un abrazo Ángel.
ResponderEliminarProfundo poema. Te mando un beso. Enamorada de las letras
ResponderEliminarSe viene la sequía, imploremos al cielo, lluvias mil.
ResponderEliminarBesos.
El destrozo climático es algo terrible, lo refleja muy claro tu poema. Un abrazo
ResponderEliminarUna sequía destructora que llegará a cuartear la poca tierra fértil que nos queda. Y el dios del fuego mientras frontándose las manos.
ResponderEliminarHoy sí lo tengo claro, Ángel, un abrazo.
Parece que no nos demos cuenta de que el agua es el origen y la base de la vida.
ResponderEliminarUn beso, Ángel.