Una escapada fugaz
Lejos de todos y de mí el primero
Poblando la imaginación
Y déjame en paz
¡Aleluya!
Vivir en el silencio interior
Me adentro en el corazón del bosque
Busco su latido
¿Qué es lo que salió mal?
Tal vez nada
La perfección es un mito irrealizable
Ahora oigo tu respiración
El eco de una voz que habla a los vientos
No serás...
Sólo es el murmullo de las sombras
Me despojo del pasado
De lo que hice por obligación
Lo único verdadero
Lo silvestre que habita en el espíritu liberado
Lo otro
Imposturas y cadenas
De la necedad
Se enriquecen los listos de la red antisocial
No quiero enterarme de esto y de aquello
Pero lo difunden hasta la náusea
Lo aberrante te lo ponen hasta en la sopa que has de comer
Estómagos llenos de estiércol
Cabezas llenas de heno
Compás de espera
Quietos
Los pasos huyen con el alma a cuestas
Por un instante soy libre
No compro
No me vendo
Dejo al lobo y a las gallinas
Hálito de esperanza
Nadie a quien seguir
Gritos en la cima de la montaña
Columpios en el abismo
Risas en el acantilado
Fugaz fue la escapada
Se abren los ojos al final del camino
Alguien saluda
Y me pregunto ¿por qué?
¿Conozco?
"No compro y no me vendo".
ResponderEliminarYo tampoco.
Un abrazo de esta admiradora de tus letras.
Hay que sembrar en la imaginación para que se poble de paisajes que nos hagan felices.Compro lo necesario, y vendo mis libros si se venden, y si no paso página y me voy al bosque mi lugar preferido, donde se expande mi imaginación, allí, con lo silvestre tengo suficiente. Me gusta lo que escribes y como lo dices. Feliz sábado Ángel y finde. Un abrazo
ResponderEliminarColumpiarse en el abismo es extrañamente gratificante. Pobres de aquellos que nunca lo experimentaron, y que por ello creen tener vidas más plenas.
ResponderEliminarFugaz, pero deliciosa escapada, no?
ResponderEliminarUn beso.
Te acompaño en la escapada que por muy fugaz que sea, seguro que será agradable. Esas risas en el acantilado, Ángel, y el saludo... no sabes de quién son?.
ResponderEliminarFeliz tarde-noche.
Escapar, a veces me dan ganas...
ResponderEliminarDesconectar de todos, hasta de mí.
Besos.