Érase
una vez
Una
inmundicia humana
con
puesto de mando en pública administración
Un
burócrata de partido político
en
los altares del poder
Un
dedazo chupando del erario público
De
mayor quiso ser escalera y trepa
y
así sucedió
Como
militante de base
lamió
las heces del jefe supremo
para
llegar a lo más alto de las cimas estatales
Tanto
vale como asesor de la nada
que
director de tal institución del robo, la propaganda y el vacío
Una
máquina de absorber el dinero de todos
Ese
tipejo
que
sonríe en el banquillo de los parlamentarios
Tan
ufano y bien alimentado
Asiduo
de restaurantes caros y acumulador de bienes inmuebles
Es
un latrocinio
vestido
de cargo público
No se salva ninguno!!!
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