El
día que perdiste tu salario
y
te abandonaste a la suerte de las cigarras
y
al canto de los grillos
Me
preguntaste apesadumbrada
¿Y
si realmente no sé hacer nada?
La
pregunta no tenía respuesta
A
pesar de mi afán por dar simples contestaciones recurrentes
para
levantarte la moral
¿Y
si realmente no sabemos hacer nada?
Intento
hallar una solución al acertijo
Quizá
sólo somos mala yerba
en
un campo de mediocridad
Eso
mismo que me preguntabas
muchas
veces yo mismo me lo he cuestionado
En
este viaje hacia la oscuridad
Lo
mejor es no evaluar las andanzas
en esta pedregosa senda vital
La
única sabiduría desbordante
es
la del vagabundo que sólo está encadenado
al
camino
Sé
que llevas un tiempo anidando en la zozobra
Observando
el aullido de los lobos
Recorriendo
aflicciones
y
alimentándote de lamentos
Hace
tiempo que rompí el espejo
que
reflejaba la mentira de lo que quise ser
Yo
de la nada hice un derribo
donde
habito
Ayer
nos volvimos a ver
Unos
cafés en un bar
Las
mismas dudas
Pero
una leve sonrisa amaneció en tus labios
Todo
daba igual
Hiciste
de tu capa un sayo
Me
hablaste no sé de qué
De
si hacernos socios de una empresa en quiebra
De
fundar una fábrica de talentos en demolición
De
no ser nada ni nadie
y
allí nos desvanecimos
Los nada y los nadie son las mejores personas para desconocerse.
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