No
hay esperanza
En
el callar de tu sonrisa
En
tu lágrima caída
No
hay llanto que se acomode en él
El
aire en fuga
Te
alejas
Te
ausentas
No
existes
Durante
un milenio
Quizás
mañana resucites
Y
acudas
Al
silencio de mis añoranzas
Abrazándonos
Ingrávidos
suspiros de melancolía
Fundiendo
latidos
Esperando
Luciérnagas
extinguidas
En
corazones anochecidos
¿Quién
calcinó nuestra verdad mentirosa?
Abrasando
nuestros deseos extraviados
No
existe vida que duerma
En
nuestras noches arrasadas
El
fuego acabó con ellas
Y
el humo se va
En
la ceniza nos hallamos
Diciéndonos
Un
hasta siempre
Que
se nos atraganta
Sabiéndonos
desaparecidos
Tierra
quemada
El
sabor que nos deja
El
aire se nos lleva
La inexistencia que nos acoge
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