Nublado el cielo y el camino
Tras cruzar las piedras
El viejo río seco clamando agua
Clemencia en los deseos
Miro atrás
Ya no veo tu rostro
Yo me fui sin moverme del lugar
Ahora cruzo valles despertando sueños de felicidad
Comenzar de cero
Promesas tiradas al cubo de la basura
Y mañana
Volver al punto de partida
Empazar de cero
Otra vez y así sucesivamente
Dejé la utopía durmiendo en los laureles
¿Y tú?
Desaparecida con el gentío
Ya no leo noticias del presente
Ya no veo paisajes de hormigón
Ya no escucho insidias cotidianas
Ya no soy
El paso marca mi despertar en soledad acompañada
Recojo flores de primavera lejos del aliento humano
Lejos de la porra y la obediencia
Lo más cerca del vuelo de la abubilla
Ya no escucho tu sabio consejo
Se me apagó tu voz
Alma de antracita
Algún día resucitaremos
Contra viento y marea
Cuando el tiempo sea un compartir esperanzas, alegrías y sollozos
Rastrojos
Y en la búsqueda de una idea
El vacío atrapado en una rendija
Un gusto leerte. Qué original es la abubilla, nunca he visto una en persona, ni a través de una rendija.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me encantan los días nublados y las abubillas. Sobre todo cuando se hacen las muertas y te apestan por una semana. Cuando acabe con todos los humanos, decretaré que las aves sean las herederas del nuevo mundo, se lo merecen xd
ResponderEliminarNo me gustan los días nublados, pero las abubillas son preciosas. Resucitaremos, seguro.
ResponderEliminarFeliz semana Ángel.
Un abrazo