El Sol se ha despertado
Sopla una leve brisa
Te levantas
Ya no me miras
Ya no nos prometemos futuros inexistentes
El perro mueve la cola
Inquieto
Es la hora del paseo
Salgo con un murmullo de adiós
Ya no existen ni besos de cortesía
Afuera el frescor matutino hace que los huesos tiriten
El andar es apesadumbrado
En el parque los árboles desean bosques que habitar
El pensamiento fluye
La ciudad se vuelve cárcel
Y el quehacer cotidiano un más de lo mismo
A la vuelta
Ya no estás
El perro se tumba aburrido
Todo acabó hace tiempo
Y ninguno sabemos poner el punto y final
He sacado billetes de ida sin vuelta a otra tierra deshabitada
Para empezar de nuevo
Y lo nuevo es viejo
Y lo viejo se vuelve invisible
Desnudo y sin los restos del naufragio
Alcanzo el sueño del perdedor
Retorno a la vieja escuela
Derribo sus muros
Vuelvo a ser libre y silvestre
Descubro que la mentira es el origen de nuestras vivencias
Ya me voy tranquilo
El perro me sigue
No hay correas de por medio
Se deshacen las sogas
Nos quedamos con los nudos y un recuerdo en quiebra
Somos el ir del vagabundo
Y un llanto que baña el río de las alegrías
No hay vagabundo sin perro. El amor languidece a golpe de nada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Somos como vagabundos nos dejan pasar donde el pudiente quiere. El ir del vagabundo es más libre.
ResponderEliminarFeliz día.
Un abrazo Ángel
Cuando te liberas vuelves a renacer como el perrillo ya sin correa, te espera y te sigue.
ResponderEliminarBegin de beguine.
Un abrazo, poeta vagabundo.