El invierno se ha puesto pareo
Los osos polares se mueren de inanición
El adiós del hielo se lleva su corazón blanco a la extinción
Voy espantando moscas
En este ir sin sentido a ningún lugar
Los ríos se mueren de sed
Los desiertos progresan en avalancha vencedora
Veo como las horas avanzan inexorablemente
Y no hago nada
Más que pensar como retorcerle el pescuezo al tiempo
Moverse en la perdición
El camino va al barranco
Lento doy los pasos
Si hay un desvío
Avísame
Es la esperanza de la gota del rocío
Dejamos atrás tierra quemada
Cenizas en la boca
El averno se instaló en el mundo de los vivos
El invierno tiene que ser invierno, al menos lo que siempre hemos conocido. Abrigos y bufandas, guantes y castañas asadas. Pero no, ya hasta las estaciones están cambiando, un miércoles de ceniza con las ídem en la boca, en lugar de la frente. Secos los ríos, como bien dices. El tiempo ha logrado que mi catedral de Burgos se quite el pellejo y se ponga el pareo.
ResponderEliminarJa!
Un abrazo y un granizado.
La tierra será cenizas, espero no verlo, pero que pena, quizás, mis hijos, mis nietos? en la vida vivimos el averno, en la muerte descansamos, aunque si me preguntasen ,
ResponderEliminar¿si murieses quisieras reencarnarte ahora? respondo ¡NO!
Feliz finde Ángel. Un abrazo