Calló el ruido
Habló el silencio
La paz de los mundos
Alejado de la multitud gaseosa
El sacrificio de los problemas
Este despertarse en fondo negro
Espesa niebla
Y en la quietud
Suspiros de vuelo y ala de mariposa
El alivio del desesperado
La frontera derribada
El infinito a los pies y un paso al frente
La huella del olvido
No me hables de un mañana
Aniquilé el pasado y su demente memoria
Quemé todas las naves menos una
Mandé al carajo futuros y falsas esperanzas
Escucha al silencio
Llanura de tranquilidad
y abrazo de oscuros abismos
Dónde vas caracola
Siempre guardando el rugido de la mar
Me gusta saborear la soledad del mar, oír el rugido del oleaje y los gritos de las gaviotas en los atardeceres. Contemplar sus lágrimas en los días lluviosos y cómo la playa se desnuda cuando baja la marea.
ResponderEliminarBuenas tardes, Ángel.