Ahora que estoy en el epicentro de la ruina
Me despierto en tus ojos
Y ya tengo una necesidad para vivir
Yo que quería ser francotirador de pesadillas
Y poeta de los sueños
Me quedé vagabundo de un mundo sin caminos
Y palabra mal escrita en folio ardiendo
Derribo paredes a cabezazos
En busca de tu imagen divina
Para salir corriendo cuando abandones mi presencia
Ya somos invisibles
Grito y nadie me oye
Lástima que siento dolor crónico de lo que sucederá
Y el espejo me escupe la verdad a la cara
Cuerpo varado en barranco y conciencia de mil puñales
De vez en cuando salgo del ensimismamiento
Para saber de tu realidad
Y la alegría vuelve en esta luz cegadora
¿Dónde nos iremos cuándo todos se hayan marchado?
Me preguntas en tus noches de reflexión y ovejas cimarrones
A la aldea del desaparecido
Llévame allí te suplico
Llévate tú me dices impasible
Y nunca llegamos ni a la vuelta de la esquina
Esencia de dioses sin olimpo
Dejé de fracasar para triunfar en el olvido
Bajo tu latido
Espero hallar cobijo... corazón de hierro
Bandoleros en vidas distintas
Al final
Todos somos iguales en la desgracia
Mientras tanto nos echaremos unas risas
en el camposanto de nuestros enemigos
Despertar en otros ojos, da la razón de vivir con todas las fuerzas posibles.
ResponderEliminarUn abrazo.
A pesar de todo a mi me gusta echarme unas risas, cuantas más mejor, y me río de mi misma, especialmente cuando tras ponerle empeño a algo finalmente me doy cuenta de que no hacía falta, me sobraba seriedad.
ResponderEliminarUn abrazo y besos Ángel!!
Desde luego que todos somos iguales en las desdichas, quizá falte poco para volver a sonreír. He vuelto a ejercer mi profesión, no por necesidad, sí por ella, me sigue necesitando, soy su cayado y su vara.
ResponderEliminarPor si quieres, ahí lo tienes☕☕☕☕☕
Salud!
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