Habito enseres desperdigados
por los rescoldos del tiempo
Busco lunas en noches de insomnio
Quisiera ser despertar en mundos sin números rojos
Regalarte un agosto en esta ciudad de invierno y hormigón
Observo la ciudad de noche
Ya todos duermen inquietos
Mientras van hacia un despertar de cadenas
y farsa felicidad consumista
Perdóname si voy desnudo
por los albores de la desquiciada realidad
Más pronto que tarde me iré con lo puesto
Invisible
Hacia la mar para que me dé besos de espuma
Y tú
Que no sé quién eres
Dame un minuto de son y alegría
para esta interminable balada de muertos vivientes
Truena en la lejanía
Mal rayo les caiga a todos
Los que vendieron corazones
Y dejaron vidas sin latido
Nada fue
Ocurrió al revés
Desperté en el sueño de un lirón
El consumismo esclaviza. La mercadotecnia los atrapa. Yo vivo sin nada.
ResponderEliminarBesos.
Este poema es el relato de un sueño de la vida misma.
ResponderEliminarNo es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita.
ResponderEliminarEs un horror vivir entre compras, caprichos y lujos, no quiero nada, tengo el alma desnuda y el cuerpo lleno de cicatrices.
Nos racionan el pan y ellos, pobres miserables, se revuelcan entre angulas.
Un abrazo Ángel, cuánta verdad.
De vez en cuando hay que poder soñar, sino la vida se hace más cuesta arriba.
ResponderEliminarBesos.