Se descalabró el mundo
Y tú puesta hasta arriba de opiáceos
Para ser feliz me dices
Que lo consigas y dame un poco de tu falsa alegría
para sobrellevar tanta necedad
Salgo para observar la debacle
Llego tarde al trabajo
Ya sabes que a fin de mes no llegamos
Los días treinta siempre yacemos por los suelos
Con números rojos en los bolsillos
y una cebolla llorona tan sólo en la nevera
Los muertos vivientes caminan por las calles
Son millones y cada día más
En estos días de fríos y viento
El barranco nos vino a visitar
Muy considerado de su parte
Decidimos dejarle entrar
Seremos buenos anfitriones en la caída
Todavía duelen los huesos molidos
Mientras mi alma pide liberarse de un cuerpo tan ajado
Desembarco en un bar de mala muerte y peor vida
En la tele unos tíos dan patadas a un balón
Es el mundial de fútbol de Qatar
Juegan sobre un césped plagado de trabajadores asesinados
Mas el respetable comenta y aplaude las jugadas
La moral y la justicia se fueron por la asquerosa taza del váter
Me voy sin decir nada
Camino las calles mojadas
Ya es de noche
Siempre es de noche
Te encuentro en la misma postura que cuando me fui
El ser humano se ha extinguido han anunciado los engendros del mal
Ahora dominan los no seres consumidores y obedientes a carta cabal
Sabes
Hoy el mundo se ha ido a la mierda
Y tú durmiéndote en los laureles
Y yo contando nubes
Voy a mirar si hay algo para cenar
Si solo te quedan cebollas, te invito a cenar... 😊
ResponderEliminarLa cocina no es lo mío, pero algo podremos hacer...
Saludos.
Dónde está el dinero se olvidan los principios y la conciencia se hace sorda. Aunque creo que debe ser difícil no escuchar el lamento de los que murieron bajo ese césped. Ojalá les hubieran dejado con los estadíos construidos y vacíos de jugadores, pero eso claro es impensable, se doblan las rodillas y se besa al dinero. Verguenza y verguenza.
ResponderEliminarUn beso, Ángel.
Solo te puedo decir que tienes razón, que escribes una verdad tras otra y que realmente el mundo se ha ido a la mierda.
ResponderEliminarPero si perdemos la fé en la raza humana y en nuestra propia capacidad para salir adelante, no queda nada, salvo el penoso consuelo de que formamos parte de una humanidad sufriente que no tiene escapatoria.
Igual es una rebeldía lunática buscar en un desierto algo que merezca la pena, pero a mi no se me ocurre otra cosa mejor.
Un abrazo
De momento no nos queda otra que arreglarnos con lo que quede en la despensa. Sigamos al frente de la batalla con la esperanza en la mano. Feliz martes Ángel.
ResponderEliminarPues pienso que como la vida dicen que es una tómbola , quizá nos toque algo en este mundo de penuria, pero hay que jugar, claro.
ResponderEliminarCon tanta verdad junta, voy a ver si queda café.
☕👌
Esperar el amanecer cuesta.
ResponderEliminarBesos.