Hay un destino ahogado en un vaso de agua
Y un futuro cantando nanas a los muertos
Un contigo
Un sin mí
Un cumpleaños feliz sin niños jugando
ni tartas con velas y que cumplas muchos menos
Se dieron una tregua en la guerra
Cuando ya no había ni carne de cañón
Ni desfalco en banco ladrón
Hoy nos vamos a trotar mundos
Donde los viajeros asesinaron turistas
Donde el planeta estalló en mil pedazos
Y a ti te guardaré el trocito más preciado
Cansados de ir al Norte
Nos iremos al Sur
A llorar en los muros de la vergüenza
A escupir balas de impotencia
A recoger ramilletes de flores
en desiertos de arena y cartón
La amargura llama al timbre
Sale tu sonrisa a abrir puertas
Se disipó la tristeza
Instantes que vuelan
al ritmo del segundero del reloj
Hay un destino ahogado en un vaso de agua
Sediento vas y te lo bebes
De un solo trago
Tienes razón. El futuro es tan incierto, tan indeciso que si pudiéramos atraparlo, lo meteríamos en una botella muy llena, hasta arriba, para beberlo deprisa y de un solo trago. Prefiero cantar nanas a los niños, en su inocencia viven felices, pero nunca a los muertos.
ResponderEliminarUn abrazo señor vate.
Por muchas puertas abiertas con sonrisas.
ResponderEliminarUn beso.
Lo incierto de la realidad. Todo es un relativo. La guerra es así y nos hace beber tragos amargos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Has plasmado muy bien, lo que pasa en todas partes, sin ningún sentido ni manera de detenerlo.
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