No
me mandes
No
soy tu perro
Ni
la oveja trasquilada de nadie
Nada
tengo
Sólo
agujeros negros en el alma
Vivo
de tu préstamo
Te
devolveré un gracias
Hoy
las nubes han poblado el cielo
No
han dejado trabajar al sol
El
amor que mueve al mundo
Lo
mataron la hez del dinero y la corrupción
Tu
mirada de hiel y cuchillo ardiente
Me
expulsa de tus cafés de las mañanas
Esperabas
una vida de consumo
De
domingos familiares
De
horario de oficina
De
niños enchufados en guarderías
De
hombre y mujer respetable
De
mente liberal y corazón socialdemócrata
Y
no somos más que intemperie
Árboles
caídos
tras
un violento temporal de destrucción
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