El
aleteo de los pájaros
nos
despertó del ensimismamiento
Hace
frío
Corre
un viento helador
Las
bocas vacías de besos y palabras
De
pie en el parque
Árboles
desnudos
ignoran
nuestra presencia
Los
labios acartonados
Y
este frío cuchillo
Que
no deja pensar
Nos
despedimos
Sin
más muestra de cariño
que
la muerte de su simple existencia
Ahora
un andar
Por
los caminos del olvido
Y
mientras tanto el dolor...
La
casa de ayer
Que
es la de hoy
Una
ratonera sin salida
¿Adónde
puedo ir?
Una
hormiga se cruza por mi mirada
Va
sola
Perdida
por el suelo de la cocina
La
dejo marchar
Y
este silencio sepulcral
Que
asesinó el diálogo
El
jadeo
El
grito
La
alegría
El
negro cuervo del recuerdo
Echa
el ancla en mi anochecer
Dejo
atrás la soledad del hogar
Me
dirijo a la zozobra del jabalí acorralado
Desciendo
por las calles
Muero
y resucito
Entre
cenizas del pasado
Instalo
en el corazón
desiertos
deshabitados
Me
reconvierto en nulidad
Viendo
pasar los días
Aniquilando
proyectos
Habitando
barrancos
Amigo
del abandono
Enemigo
de la ausencia
De
tu cuerpo de mujer
Lo
demás... cautiverio
Un abrazo con cariño para ese cautiverio nostálgico.
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