El
ave que va y no retorna
Todo
el infinito se presenta ante mí
Dónde
se irá el sueño que embellece mis pensamientos
En
qué lugar la alegría se olvidó de ti
Anochece
Apaga
la luz
Miro
al cielo para deslumbrar estrellas
que
no iluminan mi senda
Ya
no saben mis pasos adónde ir
Atrapado
en un mismo destino
En
un mismo espacio donde hallo guaridas
Escondo
mi verdad y mis ganas de saber de lunas incendiarias
Y
de la ingravidez de las palabras
Esa
promesa incumplida
Ese
verso sin rima y sin nada que contar
Mala
yerba crece entre mis manos
Aún
tengo muchas cosas que hacer
Cierro
los ojos para no dormir en los laureles
donde
instalé el hogar de los tiempos perdidos
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