El
desierto inundó el cerebro
Sólo
hay arena
Donde
se adivina la ausencia del conocimiento
Intramuros
Convención
de cacatúas
Recitan
a voz en grito
Lo
que les vomita el amo
Derribando
tabiques
Aire
para respirar
Elixir
que aspiro a raudales
Se
disipó el ahogo
La
senda se abrió al escapar del establo
Donde
se reunían farsantes que chapoteaban
En
sus salivas de cieno
Veneno
daban a los cerebros idiotizados
La
sabiduría brotó a ras de suelo
En
la tierra donde se esparcen simientes silvestres
El
arte del pintor callejero
La
cabra que se liberó del pastor
El estudiante que quemó expedientes escolares
Tu
boca que aún cerrada dibuja poesía
En
este océano que anuncia tsunamis
No
me encierres en esa jaula donde el mercenario
Escupe
su monólogo de ideas vacías
El
suelo que pisamos
La
palabra no pronunciada
El
gato que se nos va
El
sol que nos calienta
Lejos
del frío invierno
Donde
se congelan los amaneceres
Ya
no hay vuelta atrás
Más
que evacuarse de este encierro
Arrancados
los cables que lobotomizaron nuestros cerebros
Ahora
somos ráfagas de fuego
Que
el tiempo extinguió
No hay comentarios:
Publicar un comentario