Tu
hogar
En
la oscuridad del subsuelo
Sigues
excavando
Allí
construyes el armazón del ermitaño
Fuera
del ruido
Todo
contacto extraño para ti
Abandonado
a tu suerte
Sólo
deseas el aire que te falta
Sales
al exterior
Tiempo
necesario
Fusil
en mano
Mano
tendida
A
los descarriados
Ni
una moneda en el bolsillo
Expulsado
de los infiernos laborales
Fugitivo
de la condena salarial
Esperas
la llamada
Del
desvalido
Le
das la mano
Y
la bala
Para
que le den la tierra que le arrebataron
El
camino es largo
La
meta en el infinito
Donde
no hay más propiedad privada
Que
las mentes guerreras
Libres
de condena
En
los presidios de asfalto y muros de hormigón desarmado
Narcotizados
espíritus
Celdas
que se cierran
Cerebros
aplastados
Mundo
urbanizado
Cementerio
humano
Poseer
lo que no se necesita
Huesos
fracturados
A
producir se ha dicho
Las
piezas sobrantes
Cazadores-recolectores
buscando hambre en vertederos
Mundo
infernal
Se
cierran las puertas
Carcajadas
hipócritas
Ojos
que no ven
Corazón
que no late
Corriente
sanguínea
Bajo
tierra
Buscando
la raíz
De
los problemas que nos ahogan
Ser
causa perdida
Esencia
de las cenizas
Renaciendo
en utopías
Las
chispas se hacen llamas
Descansas
en el ocaso de tu cama
En
las profundidades
Hasta
que llegue la hora
Que
nadie moleste
En
el devenir del derribo
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