Yo que fui tu pérdida de tiempo
La hora que marcó el ocaso de los acontecimientos
Ahora que hay un lodazal de barro en el pensamiento
Una encrucijada en el camino
Un querer y no saber qué
Ha amanecido lloviendo
Mas ya se ha disipado
Subo a las cimas de la incógnita y su jadeo de perro
Hay una caricia
Es el suave viento que nos besa la nuca
Dame una senda y seré piedra rodando sin rumbo
En lo alto
El alma se dispersa a los cielos
Y el cuerpo se evade alejándose del dolor
Ya soy águila atravesando fronteras inexistentes
en el vuelo de montaña
Me despido del vacío que dejé
Reúno las cenizas de fuego
Me invento un futuro que no habitaré
Me hallo en el pasado
Y vuelvo a hacer lo mismo
Ruina en el calvario
Me llaman
Y ya no estoy
El cielo ya no está gris
Y el sol ha quemado algún infierno
Tan cerca y tan lejos de nosotros
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