Los días se despiertan tras el canto del despertador
Lento me muevo
Despierto estoy después de un ayer olvidado
Tal vez el ayer es hoy
Quizá duermo ahora que abro los ojos
Moribundo voy acicalando un cuerpo magullado
El otoño se vistió de primavera sin flores
Piso las calles
Caigo en los subterráneos
Siempre cogiendo billetes a ningún lugar
Caras afligidas se esconden tras una pantalla
Se suplanta la realidad a base de falsas imágenes
Se venden y se compran decorados contrarios a nuestros intereses
Interés vital de vida
Corazón con un estornudo de latido
Bajo en la estación de los invisibles
Que son legión
Legión de corderos y el último que cierre la puerta
Veo caras conocidas y todas son lejanas
Siento que la mañana se hace noche
Desaparezco en la casa que ya no es mía
Después de un estúpido día
Me siento en la mecedora estática
Me mira el gato con altivez
Se va campo a través
Hiervo unas patatas
El destino me traerá vino peleón
Abstemio de mí
Se lo beben otros
Brindaré con agua
Y al final de mes comeremos el aire que nos falta
Palpita el alma
De pie bajo la lámpara de blanca luz
Más allá del ventanal
Diviso carreteras donde hay coches que se estrellan sin ton ni son
Y ríe la luna
Y callan los muertos
Que el tiempo sigue con su lógica de exterminio
Y lento
Lento me voy moviendo
Sin prisa... ya no hay prisa para nada
Extrañas sensaciones.
ResponderEliminarEs difícil encontrar el lugar perfecto donde guardar las emociones. Caminamos por calles vacías, nos sentimos débiles subiendo peldaños, mientras vamos soportando los días, las horas y los años, vivimos primaveras, otoños e inviernos... y seguimos sin prisa buscando... no sé el qué, la verdad.
Y si llora la luna, seguiremos soñando.
Buen fin de semana.
Con Aire para respirar casi sobra la comida.
ResponderEliminarBesos.