Ya no somos
Ya no eres
Abrieron la puerta
Antes de que el sol dijera ¡basta!
No nos vieron
No se percataron de nuestra presencia
Ausencia habitada
Estábamos allí
Tú recitando
Yo gritando
Abandonados
Caracola sin ruido de mar
Brisa perdida en tórrido desierto
Reloj parado en un segundo crepuscular
El sueño tuvo un mal despertar
Se rompió el espejo en mil pedazos
Ahora ya no recogemos del naufragio ni sus restos
Cuidado no te cortes
Las heridas ya no cicatrizan
Que si sí
Que si no
Invisibles ante la vorágine de un tiempo que no perdona
Que arranca la piel a tiras
No nos ven
Mas te escondes a cielo abierto
Al girasol le cegó la noche
Ahora que ya no tengo ni camino en las piedras
Paseo por el vacío donde palpita el alma
Disfrutemos mientras palpite el alma. Feliz semana. Abrazo Ángel.
ResponderEliminarUn buen sitio para pasear cuando uno se siente vivo, por un lugar vacío de horrores donde el alma palpita.
ResponderEliminarCreo que te acompaño si me lo permites.
Buena tarde Ángel.
Creer que eres lo suficientemente invisible como para carecer de la necesidad de esconderte.. personalmente me resulta una aberrante lanza a favor del estado de confianza, del que es aconsejable huir.
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