Nada es eterno
Todo es efímero
La senda recorrida deja un gran hueco en el vacío
Seguiremos adelante
Aunque ya no sabemos adonde
Me declaré económicamente irrelevante
Soy un huésped de la intemperie
La soga no aprieta aún demasiado el cuello
Una mano amiga corta nudos
Solidaridad en la decadencia
Déjame entrar en tu refugio de rosas
Yo traigo las espinas
Un beso con desidia y amores llenos de melancolía
En el aniversario de la resurrección
Decoraremos quimeras
Viviremos en la mentira
Cualquier noche estrellada dejaré escapar llantos y risas
Me iré con la indiferencia del adiós
La soledad será destino y compañía
Vuelo de alimoche
Almaceno carroña en lo alto del barranco
A veces hay que llevar alforjas y en mi caso un delantal para que dejes las espinas y te lleves las rosas y desde luego mejor que nada sea eterno porque en este valle de lágrimas, ser como una crisálida es lo que nos hace renacer.
ResponderEliminarLa soledad impuesta no es lo acertado.
Buenas tardes.
Sigamos hacia adelante, ir para atrás es lo que pretenden. Un fuerte abrazo Ángel.
ResponderEliminarPara mi la soledad es estar rodeada de gente. El ruido no me deja pensar, soñar, crear. Cuando estoy sola nadie me da opiniones que no comparto y que no quiero discutir porque nadie convence a nadie. Puedo decidir a donde ir, como y cuando. Es complicado tener la libertad de poder estar a solas.
ResponderEliminarMe quedo por aquí a disfrutar de buena poesía y mucha coherencia, dos cosas muy escasas hoy en día. Gracias
Bienvenida... Gracias por el comentario
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