Frío es el día
como heladora es la noche
Viajamos con el viento
Nos perdemos en la mar embravecida
Tras la tempestad vino la calma tensa
Ya no tenemos tiempo
Porque las horas ya carecen de valor
Somos fruta madura caída del árbol
Esperanza de pequeñas cosas
Nos quedamos solos
Acariciando infinitos
Volvemos al principio
Mas el fin ya no será como los de antes
Se mecen las copas de los árboles
con el aire como orquesta
Nos desvanecemos entre la nada de la multitud
Lo superfluo es altavoz y difusión de mil océanos
Lo importante el silencio se lo lleva al cadalso del olvido
Ruge la intemperie
Desnudos vamos tiritando
Esparciendo pedazos del pasado sin memoria ni corazón
Frío es el día de hoy
como cálido es el beso sincero de mundos compartidos
Es precioso el poema, un contraste muy bonito.
ResponderEliminarBesos.
Mientras exista la calidez de un beso, el frío de afuera es soportable.
ResponderEliminarAbrazos
Con alguien todo es más fácil de superar.
ResponderEliminarBesitos de anís.
Es mejor ir acompañado, por supuesto, si la compañía merece la pena.
ResponderEliminarPrecioso el poema Ángel. Un abrazo y feliz tarde.
Yo creo que las horas siempre seran valiosas, al menos para mi, no aspiro a acumular posesiones, más bien sueño con tener tiempo para gastarlo en lo que yo quiera.
ResponderEliminarBuen fin de semana, besos🌸