En el rincón del tiempo
Ahí te hallé escondida
Sumergida en un mar de hojas de otoño
Nos fuimos a descubrir el significado de la existencia
Y no era más que el aquí y el ahora
Mañana
Quizá tumba
Y se acabó el pensamiento
Bostezos de la desidia
Ahora que nos dedicamos a no hacer nada
El vacío nos regaló un poema
Versos de silencio que nos lo contaron todo
Recorrimos las calles
Luces de neón alumbraban espectros del consumismo
Las ratas asomaban por las alcantarillas
No se atrevían ir más allá
Vecinos del subsuelo
Viven en la clandestinidad de la pestilencia
Vamos en busca de tesoros
Los que nos pertenecen
Los que nos robaron
Si alguna mentira hubiera sido verdad
Tal vez el fondo del pozo lo hubiéramos podido alumbrar
con farolillos de colores
Ahora somos habitantes del delirio y la sinrazón
Queremos huir de la mediocridad
Apagar la pantalla de la ficción
Ser verdad en la lucha
Mas te vas
A la bruma del más allá
Inalcanzable
El tiempo nos dio la espalda
Ya no hay besos que alcancen nuestros labios
El aquí y el ahora es todo lo que tenemos. Y es lo que deberíamos aprovechar.
ResponderEliminarUn beso, Ángel.
Triste también este poema.
ResponderEliminarBesos.