Hoy el frío cala en los huesos
El invierno llama a las puertas
Alguien se va sin ser visto
por las calles húmedas de una ciudad cualquiera
Un sueño imposible
El despertar de los incrédulos
¿Adónde te diriges con tanta prisa?
Un no sé qué hacer con esta vida
Y tú tiritando en un rincón
La manta raída y vieja está
Nos esperan al anochecer
En el baile ácrata de los nadie
La voz de un alma silenciada
llora su palabra ajusticiada
La carretera es ancha y finita
Y ahí vamos
Desgastando suelas
tras la nostalgia de los besos perdidos
Abrazando quimeras y desvaríos
Pronto llegará el socavón
Y ahí estás tú
Con los huesos al aire
y el corazón en deserción
Es triste el poema.
ResponderEliminarUn abrazo.