Si el corazón se nos escapa de las manos
Detenemos la vida
El tiempo se para
¿Qué nos queda?
La fuga del ser
Si ya no hay nada que hacer
Cerramos los ojos
Edificamos nuevas identidades
Donde quepan los trajes de la evasión
Cuanta mentira
Cuanta obediencia supina
Cuanto vil pastor sin la cabeza cercenada
Pienso en ti
Eras llanto en soledad
Eras alegría en multitud
Ahora silencio eres
En ti anida la palabra de nuestra oración
Andar, caer y volverse a levantar
Huesos rotos
Se quedó sin huella el camino
Se quedó muda la canción de los desesperados
Como si una canción durmiera en el silencio.
ResponderEliminarBesos.