Afuera
El
balcón
Viejo
de óxido
Sustentando
el milagro
de
no morir desparramado por los suelos
Una
resquebrajada maceta
con
flores secas
como
únicos habitantes
Miran
a los vientos
El
quehacer de los caminantes
El
tiempo perdido tras el infortunio
¿Cuándo
fue?
La
mirada vacía de mi oscuridad
Busca
la juventud de tu sueño
A
tientas
Las
flores secas nos anuncian
Hojas
amarillentas
De
tiempos pasados
Palabras
borradas
Niebla
tras una verdad revelada en mentira
Cerraron
por derribo
la
academia del saber
Ya
no enseñan estrellas en noche profunda
La
libertad pasó de largo
Mil
cadenas sobre las espaldas
Obligan
a andar a cuatro patas
El
viaje al infierno
Hace
tiempo que comenzó
Flores
secas
Adornan
el balcón desvencijado
El
polvo mató el eco de las voces
Destronado
el silencio latente
Se
oye un grito
tras
la fuga
Nada
en el hogar
Nadie
quiso regar
Y
ahora la muerte
observa
el descalabro del presente
es muy intenso tu bramar, galopando tan cerca del abismo, tan incendiado el verbo que cae en la noche... a veces es obligatorio conocer y cruzar el infierno para que el fuego alumbre la oscuridad y resurja alguna tierra que nos acoja y nos cante
ResponderEliminarabrazo
Se oye un grito, el tuyo, después de publicar cada poema.
ResponderEliminarUn abrazo.