Escapé
de la huida
Cansado
de ti
Harto
de todos
Crecen
flores muertas en el asfalto
Es
hora de la marcha
Voy
campo a través
Intento
escuchar al corazón
Mientras
ando deprisa
hacia
ningún lugar
Intento
desembarazarme
de
las lenguas de serpiente
del
garrote vil de sus abrazos
Me
fui del presente aburrido
Las
sombras de los cautivos
me
atraparon
El
espejo que me mira
Me
dice que no hay escapatoria
No
podía huir de mí
Una
oración para los descreídos
Un
suspiro de esperanza
para
el sentenciado a muerte
Recorro
las huellas
del
ayer que es un hoy
enfermo
de cáncer sin curación
Llora
el huérfano
del
hijo redentor fallecido
Una
cara amable roza la intemperie
Hoy
no lloverá sobre nuestras cabezas
Atrapo
el latido
Aún
sigo vivo tras el destierro
Hablaremos
de culpas y perdones
Y
mañana
haremos
nada con las manos
Vagabundo
en tierra de nadie
Sonríe
la mañana
Me
doy la vuelta
La
casa desapareció
Allí
estaba mi ausencia
Viviendo
en soledad
Algo
había que deshacer
Mientras
la boca del diablo
recita
un padre nuestro
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