Busco
salidas
En
la tapia que sentencio a derrumbe
El
ruido detrás del silencio
Un
amanecer volando al viento
Andar
con las piedras de los ríos
Hasta
convertirme en corriente
Fluir
Dejar
atrás la hoguera que no ardió
Los
días monótonos
Siempre
la misma extraña sonrisa
En
labios ajenos
En
bocas cercanas
El
cáncer del cansancio acumulado
La
comida de los domingos
La
caricatura se volvió vida
Un
desierto de piedras volcánicas
Donde
las palabras calladas
Se
esparcen en cenizas
Salvado
Tras
el muro del ermitaño
Allá
donde la soledad se convierte en multitud
De
mudas esperanzas
Días
de cólera
Noches
que no se acaban
Negra
armonía
La
guerra presentida
La
paz mentirosa
Madriguera
de claudicaciones
Ya
no hay asiento reservado
Para
el espíritu callejero
Deambula
Por
los recónditos espacios
Que
el dolor dejó tras de sí
¿Dónde
hallar la alegría deseada?
Los
pies se callan
Lo
que recitan campo a través
"...lo que recitan campo a través"
ResponderEliminartu poética es el movimiento, y la lumbre, ese labrar y pelear y tal vez entregar a la incandescencia del horizonte... me da esperanza leerte, sentir la constante lucha, sin que se apague la primera llama, tal vez el vacío, la caida al vacío, nos mira cada vez, y al hablarla, ya es una trinchera, al moverla, al aullarla
un abrazo inmenso, de través