La
espalda sangraba
Las
explosiones de lava roja no daban tregua
Las
manos lloraban sangre
Pediste
disculpas por el acuchillamiento a cara tapada
Le
juraste amor eterno
Fiel
amistad
Que
ni la muerte nos separe
Tu
nada en los bolsillos
Eran
su todo en el corazón
Cervezas
que cerraban bares
Desilusiones
que derriban abrazos
Ya
no hay alegría en sus ojos
Odio
transmitían sus manos de matar
No
comprendes el abandono
El
aguijonazo al final del trayecto
La
amistad tiroteada
En
los muros de la afrenta y la sinrazón
Te
duele la herida en la espalda
Te
escuecen los ojos de rabiosas lágrimas
La
amistad traicionada
Un
rastro de recuerdos se deja en el camino
Bebes
del manantial de la ira
Por
el compañero perdido
Y
su delación de cobarde impostura
Día
que pasa
Cuchillo
que te sacas
Herida
que se va a los entierros de la memoria
Ahora
desde la atalaya del anacoreta revolucionario
Reflexionas
sobre las amistades
Multiplicando
tus ojos
Para
encontrar sincera compañía
Entre
las almas guerreras
Que
cabalgan por la senda en lucha
Llora
tu paz tranquilo
Y
que no desistan tus ansias
Tus
búsquedas
Entre
el amor y el odio
Hallarás
el río de nuestra vida
Y
volverás a batirte en duelo
Con
la espada de las ilusiones anheladas
El
tiempo borra la imagen del pusilánime
La
voz vendida del amigo perdido
Mas
del puñal en la espalda
Nunca
llega el perdón
No
da lugar
Grita
en soledad tu pena
Pero
que el amanecer
No
te coja desnudo y a lágrima viva
Demasiado
fuego intenso hay en tu existencia
Para
calentar el frío invierno
De
esta vida envuelta
De
alegrías por momentos
De
dolor por instantes
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