Sé que se acabó el camino
Ahora ando en el precipicio
No te asustes
No hay que preocuparse
Hay millones de almas silenciosas transitando por aquí
Lo elegí sin ser consciente de ello
En algún momento caeré en el descenso
O; tal vez, ya estoy allí
Nada se percibe en la oscuridad
Y, sin embargo, sigo disfrutando de los colores que cojo al vuelo
Me abandonas como cada noche
Y siempre vuelves al rato
Cuando el Sol adormece los sueños
Me alimento de mis entrañas
Pienso en el futuro
Y sigo estatua en el presente
Quedo con el vacío las tardes de tedio
Observo a las arañas que tejen cementerios
Me despido despedazando sus redes de incomprensión
Se acabaron los paseos de mar
Mas sigo en el destierro de lo inasible
Inapreciable
La huella de un destino que jamás fue
¿Qué hicieron con nuestro futuro?
ResponderEliminarUn abrazo.