Semana sin ira
Días sin aspavientos
Horas de tranquilidad
Minutos de esperanzas
Segundos que las aniquilan
Hoy las piedras han desertado de los ríos
Las almas han huido de sus cuerpos
Los inertes van y vienen sin ton ni son por las calles
Una puerta se abre
Una cárcel se cierra
Cuando te vaya a buscar
No te evapores
Aún nos queda un pedazo de pan para comer
Un ratito de vida que exprimir como ácido limón
Un no sé qué
Un empleo a tiempo incompleto quemando bancos
Un te has ido y yo he vuelto porque jamás me fui
Han venido a buscarme
El ejército de los emprendedores
Si me condenan a muerte de por vida
Idea un plan de fuga para los vagabundos y un servidor
Sentado junto a la ventana me hallarás
Donde siempre
Como siempre
Y después
Desapareceremos danzando con los vientos
Dime... ¿Qué hicimos con el tiempo?
Nos ahorcó poco a poco
Todavía queda el suspiro final
¿Qué nos salvará?
Nada
Sólo esos presentes de amor
que nos hicieron creer que éramos dulcemente eternos
Quiéreme
Antes que todo esto se acabe
… Irremediablemente
La pena es que solo dure una semana.
ResponderEliminarUna ira prolongada engendra odio.
Buenas tardes, hay rosquillas de anís, si te gustan.
Te contesto con mi anterior poema, tu poema me lo ha recordado al final.
ResponderEliminarAntes de llegar al estado inerte
Clavar en mi tierra, mi carne
La bandera del Amor
La simiente de esa flor
La única bandera, que
No entiende de guerras
Solo de reconciliación.
Me reconcilio y en el corazón te clavo la bandera del Amor.
Es lo único que nos salvará. Aunque, algunos les importe tres pimientos.Un abrazo y feliz semana