Ganamos la batalla de la contradicción
Mas perdimos la guerra de las certezas
Ahora ni polvo en la mano
Ni suspiro del universo
Mira a los narcisistas de la frivolidad
Tan ufanos ellos
Se creen el centro del mundo
Palabras vacías de una moral perdida
Ejemplos de la destrucción humana
Hoy la verdad es un campo en llamas
La mentira el sátrapa gobernante
en el país de los ilusos
Vamos repartiendo rebeldía
al rostro del conformismo y la derrota
Demasiados ojos sacando cuervos de las entrañas
Graznidos de libertad
Flores ahogándose en el mar de las tinieblas
En la oscuridad surge una idea
Salvémonos todos y que se hunda el que no quiera
Llora el alma cándida pintada de azul cielo
Grita de rabia la víctima olvidada
Los cobardes miran para otro lado
La mano que ayuda vale un Potosí
Y si no hay más que indiferencia y amor de ficción
Seremos aborígenes del desierto
Ermitaños de un dorado exilio interior
Siempre hay alguien que se cree el centro del mundo, mientras tanto la gran mayoría por los lados del mundo con sus manos pidiendo.
ResponderEliminarSi, hay muchas victimas olvidadas, y ahora más, y ojos que miran solo su ombligo, que sería ese amor de ficción, ese amor que solo mira por uno mismo. Ojalá y ese desierto que nos espera sea solo una ficción como en la películas.
Y claro, la rebeldía no falta, pero vale para algo, si todos nos uniéramos quizás sí. Recuerdo hace años, que no se podía hablar de política, la boca cerrada, si teníamos una inclinación política más te valía callar porque te anotaban en la lista negra. Pero, y ahora, ahora que si podemos hablar, están las cosas mejor? después de tanto gritar. Esto es una masacre, de que nos sirve gritar, nos tienen dominados, manipulados, con tanto adelanto, hablo de la tecnología, ahora más controlados que nunca, ahora solo apretar un botón, nos quitan de en medio. En fin, este tema es muy largo y podríamos estar hablando días y días. No quiero pensar que sea una batalla perdida, pero esto marcha a marcha forzada.... y ya paro porque me estoy poniendo de mal humor.
Me voy a escuchar música y a leer.
Un abrazo Ángel.