Se marchitó la flor
Se pudrió la manzana
Se fracturó el camino
Se hundió el cielo para nuestra desgracia
Más aun así
Cuando caí al precipicio
Tu abrazo me salvó del adiós
Del amor fraternal
Del plato compartido
Surge la esperanza
ante el vendaval de la sinrazón
A pesar de todo... Siempre está naciendo la esperanza y es el motor para vivir y con fuerza y empeño.
ResponderEliminarUn abrazo.
La sinrazón que tan de moda está estos días.
ResponderEliminarVuela con cuidado.
Besos.