Una
página en blanco
Nada
que escribir
Quizá
una oración
para
el dios caído
Los
días pasan sin hacer ruido
sólo
nos dejan la senectud
y
el derrumbe de lo inevitable
Cruzas
la calle de tus soledades
En
busca de malas compañías
Y
sólo hallas
mi
presencia
y
dos noches para no dejarlas dormir
Dime
Cuál
es el refugio del mendigo
que
perdió todo
Un
mal año de fracasos y besos hurtados
En
tu corazón lo tienes
Ahora
ya he recuperado los besos
Y
el cariño de la oscuridad
Bolígrafo
en mano
No
hay relato para dar voz
a
lo ya fallecido
Me
desvanezco
Y
con tu ausencia
Se
fue
La
presencia de abrazos madriguera
La
maleta está vacía
Los
bolsillos rotos
Los
pies sin destino
Y
la niebla
Es
el hábitat
de
mi desaparición
Ladra
el perro
de
mi única compañía
Y
no logro descifrar
el
lenguaje de sus entrañas
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