Una
noche fría y de viento demencial
Despeinados
bajamos
del destartalado coche
Estábamos
en un pueblo perdido
Había
que parar
Huir
de la vida
da
hambre y sed
Entramos
en el restaurante
El
único en la localidad
Un
par de cervezas
Unos
macarrones de un día de cocción
y
recalentados una y otra vez
más
café amargo
Fue
todo nuestro menú
Había
comida de cumpleaños
Los
aborígenes del lugar
hablaban
mas no entendíamos nada
Tal
vez estamos demasiados alejados
de
los seres humanos
y
su conversación
Al
acabar el avituallamiento indigesto
Salimos
a la intemperie
Sin
dirección
Con
número rojos como botín
Y
un futuro metido en una urna de hojalata
Volvimos
sobre nuestros pasos
con
el viejo carromato
La
fuga duró
un
manjar de las alcantarillas
Al
volver a la ciudad de las marionetas
No
vimos a nadie en las calles
¿Dónde
habrá ido el personal?
Parece
que había fútbol
Todos
metidos en los bares
Era
la final de no sé qué campeonato
Y
se paró el mundo
Triste
panorama
Dónde
dejamos nuestra valentía
Para
no salir corriendo de aquí
Y
dejar la desesperanza atrás
El
intento falló
Y
regresamos donde nunca quisimos ser
Y
con pena y sin gloria
Me
dejaste en mi hogar
Nos
deseamos buenas noches
Y
que otra vez será
Ya
escaparemos de la multitud
Cualquier
tarde de domingo
Asesinando
los lunes
que
saben a servidumbre
y
que anuncian
días
de condena
Y regresamos donde nunca quisimos ser...
ResponderEliminarMe encantó este verso. Besos.