Te
vi
sentada
en un banco del parque
Fui
a tu encuentro
¿Qué
tal? ¿Cómo estás?
Me
miraste sorprendida
Hacía
tiempo que no nos topábamos
Muy
bien, gracias... me dijiste
Tus
ojos
en
fondo negro bañados por una lágrima
que
se resistía a salir
Una
sonrisa temblorosa
El
esfuerzo de la apariencia
Y
palabras calladas
Invitándome
a seguir por mi camino
Muy
bien, gracias
La
cara es el espejo del alma
Y
la tuya anda en cuarentena
Adiós,
que te vaya bien
Un me alegro de verte
Y
me marché
Sin
saber si hice bien o mal
Una
vieja amiga
Que
con el paso del tiempo pasó a ser
una
simple conocida
Muy
bien, gracias
Y
allí en el banco la dejé con la soledad
Sumida
en su pesadumbre
Las
confidencias de antaño fallecieron
Ahora
no era más que una imagen del pasado
Que
pasaba por ahí
De mí nada te importa
Así
me lo dijiste sin decírmelo
Muy
bien, gracias
No siempre aprovechamos la lágrima en el fondo de unos ojos, ni la mirada triste se percata de la coyuntura.
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