Una
carretera sin destino
Mil
palabras que dicen olvídame
De
la poesía de tu boca
Ya
no queda ni un mal verso
que
recitar en las ruinas de la soledad
Los
te quiero que se llevan otras almas
Derrumban
la cordura de mentes despiertas
La
guerra que declaré
a
los especuladores de vidas ajenas
Aún
se ríen del vacío de mis bolsillos
Se
alzan erguidos entre barracones
Los
desheredados de familias felices
Del
trabajo estable y vacaciones pagadas
Se
quedaron con la perpetuidad del viaje a ninguna parte
Degollé
al jefe de tus pesadillas
Yermo
está el sendero que andamos
Matamos
a los hijos que no tuvimos
Al
hogar perfecto
Le
prendimos fuego nada más verlo
En
las profundidades de la tierra
Se
esconde el equilibrio del caos
Allá
donde late el sentido del corazón
De la poesía de su boca solo quedaron los versos, era preferible mil veces el sabor de sus besos.
ResponderEliminarMuchos seguimos siendo espectadores pasivos con los bolsillos vacíos y los deseos yermos.
El corazón no tiene remedio, se conforma con un hogar imperfecto y un trabajo inestable, al albur de un rayo de luna.
Te felicito por tus estupendas palabras!!!
... Gracias... un saludo
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