El
andar se me enreda en la memoria
Las
calles me dejan el vacío
Y
sólo encuentro el sonido de tu voz
Tras
los rincones
Donde
me vierto perdido
Siembro
lluvia tras mis pasos
Esperando
recoger tempestades
Que
se lleven todo lo feo
En
este macabro anochecer
Donde
no hay amanecer que duerma mi sueño
Me
pierdo en las yedras del olvido
Esperando
el milagro que traicione mi ateísmo
Siempre
la misma ausencia
Siempre
el columpio vacío
Siempre
el mismo adiós
Ahogado
en el ascensor
Abro
las puertas de casa
Que
ni es tuya ni es mía
Es
nuestra
Pero
de ninguno de los tres
Me
tropiezo con tus macetas
Que
embadurnan mis huellas de tierra
Me
enredo entre las flores
Que
se pierden en el río de tu cabello azabache
Duermo
ahorcado entre tus manos
Que
trabajan con sogas que alumbran cuellos
Ojos
perdidos tras las noches sin estrellas
Nos
abraza el frío de la intemperie
En
este dormir de techos derrumbados
Mañana
otro día buscando besos perdidos
Me
fugo tras la mirada del viejo gato
Seis
vidas ha dormido
Le
queda una por descansar
Quiero
ver tras sus pupilas
El
morir en estos días sin dueño
Suena
el teléfono
Descuelgo
su ruido
Que
suicida mi silencio
Cae
hacia el precipicio
Extermino
las voces iracundas
Asoma
la alegría en mi pensamiento
Oigo
el ronronear tranquilo del gato
Y
la Nada que
hacer
Que
el abismo puede esperar nuestra guerra
Tal
vez mañana
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