UN PASEO POR LA IMAGINACIÓN ASILVESTRADA

miércoles, 5 de febrero de 2014

DE IRAS AMOTINADAS

La ira se apiadó de mí
La conciencia abrió la jaula
Ya no hay gorriones mutilados
A picotazos se llevaron sus alas
El homicidio acabó con el despertador
Se agotaron las horas para ir a la cárcel
Ahora la vida me contempla
Debatiendo besos en la comisura de tus labios
Hablamos de la matanza del ayer de miedos aterrados
Te enerva mi deseo de quedarme en los árboles
Sin más ocupación que plantar balas en tu conciencia
Platicamos sobre los ojos que nos juzgan y no nos ven
Del destierro en nuestros hogares
Del que no pasó por el aro
Prófugo del hambre se pierde en su barricada
Del trepa que de su prostitución hace virtud
Accionista de campos de minas
Brinda por los niños muertos explosionados
Que lloran por las bocas cerradas
Que miran para otra publicidad que derraman cerebros
Sus acciones aumentaron
Ahora ya es multimillonario en ferias y congresos
Los títeres salen en manada a buscar zanahorias
Nadie nos oye excepto los sordos
El trepa se hizo chupador real
Ya no nos queda ni sangre que derramar
Ahora es diputado con coche oficial y coca de contrabando
Y me fustigas con tu lengua
Porque me columpio en el jardín de mis locuras
Agarro a la vida
Ya no me interesan los domingos por la tarde
Que llega el lunes a fichar otra vez
Ahora soy un soneto en la barba del mendigo
El martes anocheceré a la hora del almuerzo
Navegaré en ausencia de aguas
Por el triunfo de la imaginación
Que se esconde en el maullido del gato
Que no se dejó atrapar
La caída me entronizó a los altares de la pereza
Cultivo alegrías para nuestros cansados corazones
Me hablas de la nada que se esconde en mis bolsillos
Del cadáver que se alimenta de la asesina productividad
No soy económicamente viable en el reino de la estafa
Me alejo con el devenir de mis quimeras
Me ahogo en el río de tu llanto amargo
Me aposento en el delirio del canto fugaz del amor
Absorto camino por la utopía de mi sueño realizado
Callamos el refugio que nunca poseímos
La soledad de tus gritos en la penuria
El beso del hijo que jamás tuvimos
Que este cuento no tiene que ver conmigo
Reímos por la alegría que nos dejó el segundo
Me vierto en el mar de tus recuerdos
Te pierdo aunque te adivine que estás aquí
Derramada en el seno de la placidez
Y llega el miércoles y apuñalamos nuestras lenguas
Un nuevo día que amotina nuestras iras

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