Miro
mis manos que se deshacen en la amargura
Cenizas
que en la caída buscan refugio
Lágrimas
que en la arena del desierto se esconden
Estrangular
los puñales de tu ruido ya no pueden
El
aire se lleva la escritura de mis dedos
El
viento que vuela en libertad acoge las risas de mis dedos
Ahora
abrazo la tierra de lugares inhóspitos
Los
árboles son el hogar de mi grito encontrado
La
democracia de las flores y el canto de los pájaros
Aprueban
la contemplación de noches estrelladas
No
hay cadenas en el despertar de mis mañanas
Ya
no muero por el humo sin fuego que corre por mis pulmones
Soy
el que acaricia el aullido del lobo
La
esperanza que escribe tu llanto en soledad
Discuto
en asamblea con los pétalos sin flores
Como
abrazarlos en armonía y que en bosques se conviertan
Ya
no me asusta la muerte prostituida cuando venga a recogerme
La
recibiré con mil sonrisas ante el abrazo de la esclavitud ausente
Mis
manos huyeron de la mutilación de la vida fusilada
Ahora
colectivizan sueños de alegres libertades
Mientras
que mis dedos perdidos dibujan guillotinas
Donde
mueren los mercaderes de tus moribundas pesadillas
No hay comentarios:
Publicar un comentario