Rescátame
De la hecatombe del tiempo
De este ir a ningún sitio
Y acabar en los infiernos
De este hacer algo y ser esclavo
Y aún te preguntas el porqué
Mañana ven a buscarme
Debajo de los ríos
En el despertar de la calavera
En la escuela demolida por querer saber y algo más
Hoy el sol anda escondiéndose
Y yo fugándome tras las nubes sin forma y sin rostro
He aparecido en la casa que habito
He comprobado que nada es mío
Salvo mi cuerpo desnudo
y la conciencia de hormigón y flores secas
Rescátame
Del tumulto homicida
De los muertos vivientes que pasean por las calles
De mí y de la desidia matutina
Y no digas nada
Deja las palabras hirientes para el asalto final
Se despide el huracán de su viento
Y ya no es nada
Ni silbido en agonía
Esas palabras hirientes... mejor, nunca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Uno se va adentrando en el uno mismo y se queda uno en nada...
ResponderEliminarHermoso poema, transmite esa angustia vital que nos llega siempre en algún momento, en algún lugar... esa necesidad de ser rescatados...