El comedor vacío
El frío se ha adueñado del espacio deshabitado
La humedad infecta las paredes y techos
Ya no se oyen voces, risas ni llantos
Ya nada
Ni celebraciones ni defunciones
En la calle
Campos muertos de sed
Nombres que gritan su olvido
Alquitrán encarcelando flores desoladas
Un viejo clamando su utilidad fusilada a tiros
El río que corre tras los mares
Y yo persiguiendo fantasmas en el piso calavera
El lunes queriendo ser el domingo agonizante
El cajón de la memoria criando arañas
Un destino cavando tumbas
¿Y tú?
Deseo de ser libre desertando de cárceles
hechas con el primer latigazo del despertador
El alma abandonando el hogar
Se cerró la puerta
Y allí quedaron las sombras del ayer
El viento se lleva los pasos
Van hacia el confín de un tiempo donde ya no existimos
Esperanza y promesa
Mañana el mismo repicar de campanas
Es la hora de ir al encuentro del eco de los barrancos
Cogeré el grito
Cumpliré el anhelo de los grillos sin compás ni espera
Somos la desunión de los muchos
Se oye un llanto a lo lejos
Tras la lejanía andamos
El título me hace sentir estar de continuo en un barranco a punto de caer por él. Oigo ese llanto. Feliz semana. Un abrazo Ángel.
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarEspero te encuentres bien.
Bs.