Nos reencontramos en lo desconocido
Lo inhóspito nos hizo una visita
Viento helado esculpe ríos subterráneos en nuestros rostros
Aún por desvanecerse
Un beso fortuito acaricia el amanecer
Fantasmas sin futuro hacia el infinito van
Las horas que pasan
Los días que nos van matando poco a poco
Y este no dejar de quererse
No queda otra
El diablo siempre está al acecho
Huellas que dejamos en el camino
Camino que no se hace sin avanzar
Y el adiós que todavía late en el recuerdo
En la pesadumbre siempre hay una mirada atrás
Coge mi mano aunque se deshaga en arena
Cuando no haya más que espejismos
Dame por perdido
De momento
En el negro vaivén de las incertidumbres
Olvidaremos pesares y avatares en el abrazo compartido
Ruge el mar
Allá estamos
Algo se nos escapa
Sumergidos en azul
El viaje continúa
Great blog
ResponderEliminarLo bueno del final, es que ni siquiera sabes que es el final.
ResponderEliminarAsí que céntrate en el camino, aunque sea pura degradación, es lo único que nos queda.
Y que continúe así dejando una huella imborrable que ni un huracán pueda borrar, por inhóspito que sea el lugar.
ResponderEliminarHay visitas que aun cerrando la puerta nos asaltan.
ResponderEliminarVivamos el ahora, es lo único que tenemos en mano, esté viaje parece no tener fin, con sorpresas desagradables.
Os he tenido abandonados y no os lo mereceís Ángel, pero el adiós de mi perrita Milu me ha hecho mucho daño, una herida que cicatrizará pero no se olvidará, fueron trece años en los que me regalo mucha felicidad.
Un abrazo.