Un silbido de viento
De una tarde sombría y gris
Al fondo
Una mujer se aleja con la bruma
La cabeza agachada
Los ojos clavados en la senda
Parece preocupada
Quizá angustiada
Se vuelve pequeña hasta que desaparece
Se difuminan los rostros del pasado
Sigo sombras que persiguen fantasmas
Soy incertidumbre de un tiempo acabado
Dos individuos
Se separan tras un silencio
Nada tienen en común
Cuando antes eran un todo
Nos deshacemos
Cenizas de un bosque quemado
Legado del calvario
Veo infinita tristeza en el destino del avasallado
Lloro la pérdida del alma abatida
Y este silbido de viento
que mece columpios en el abismo
Silbemos con el viento, y adelante siempre. Me ha gustado el poema, ese silbido tan misterioso, por lo menos a mi me lo parece así. Es como si quisiera decirnos algo que no llegamos a alcanzar. Por desgracia los bosques se queman, quedan desolados perdidos, tristes por lo perdido, al igual que este triste poema, tan real como la vida misma, cuando en ella perdemos algo valioso. Feliz fin de semana Ángel. Abrazo
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